Tragedia en peregrinación a Guadalupe

El fervor guadalupano de México suele tener resultados maravillosos, pero también, por imprudencia de los conductores que pueblan carreteras del país, desenlaces trágicos.

La madrugada del pasado domingo, cuando se dirigían a incorporarse a la columna principal de peregrinos de la diócesis de Querétaro a la Basílica de Guadalupe, seis fieles de la morenita del Tepeyac pertenecientes al poblado de San Rafael, perdieron la vida al ser arrollados por un conductor que se salió de la carretera.

La diócesis de Querétaro organiza esta peregrinación cada año, por el mes de julio. Dos semanas, desde los más profundo de la Sierra Gorda, de camino hasta postrarse a los pies de la patrona de México.

Son miles de hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños los que peregrinan, año con año, hasta el santuario mariano más visitado del mundo.

Se trata –la queretana- de la peregrinación-madre de todas las peregrinaciones que anualmente hacen prácticamente todas las diócesis de México al Tepeyac, donde la Virgen se apareció en 1531 a San Juan Diego.

Ayer lunes, el obispo diocesano, Faustino Armendáriz Jiménez, quien suele caminar todo el trayecto de más de 250 kilómetros con los peregrinos (cerca de 500 desde la Sierra Gorda), ofició la misa de cuerpo presente, frente a cuatro ataúdes blancos, correspondientes a cuatro menores de edad de los seis que murieron camino a ver a su Patrona.

Ante las autoridades políticas del Estado de Querétaro, Armendáriz Jiménez dijo: “Es un momento de intensa tristeza, pero debe ser también un momento de firme esperanza, porque confíanos en que estos rostros amados, los volveremos a contemplar transformados cuando Dios, al fin de los tiempos, nos reúna de nuevo en su reino”.

Los peregrinos pertenecían a la columna 148, correspondiente al poblado de San Rafael y se iban a integrar a la columna principal el pasado domingo.

La columna principal había salido del templo de La Congregación, en Querétaro, después de la Misa de Envío, celebrada a las 4 de la mañana por el propio obispo Armendáriz Jiménez.

La tradición de la peregrinación a la basílica de Guadalupe desde Querétaro inició en 1886. Es la más antigua de México y la que mayor número de peregrinos (unas 20,000 mujeres y cerca de 30,000 varones) lleva al Tepeyac.

Esta ocasión, en su edición 125 (solamente ha tenido cinco interrupciones, en los años 1914, 1915, 1916, 1928 y 1929, debido a la delicada situación política y social del país por la persecución religiosa), se vistió de luto.

fuente:aleteia.org

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