San José: hombre de fe

 

Papa Francisco define a San José como un guarda, porque él escucha y se deja conducir por su voluntad, y por éste es más sensible a las personas confiadas a él, sabe leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que está a su alrededor, sabe cómo tomar las decisiones más sabias.”

José fue un carpintero que vivió en Nazaret. A la edad de treinta años, fue convocado por los sacerdotes en el templo a tomar mujer. Una vez en el templo, los sacerdotes lo entregaron a cada uno de los pretendientes una rama y les informó que la Virgen María de Nazaret se habría casado con aquél cuya rama se había hubiera desarrollado un brote. Sólo la rama de José floreció y así fue reconocido como esposo, destinado por el Señor a la Virgen.

María, de 14 años, Fue dada en matrimonio a José. Fue en este momento que recibió el anuncio del Ángel.

María lo dijo a José, que muy inquieto, luchó contra la angustia de sospecha y meditó incluso hasta de dejarla huir en secreto para no condenarla en público, porque él era un novio justo. Justo entonces en el momento de la duda y la angustia Dios lo ilumina con su mensajero que anuncia: “José, hijo de David, no temas de coger contigo a María, tu novia, porque aquellos que le es engendrado en Elle viene del Espíritu Santo”.

Por lo tanto, frente al acontecimiento extraordinario, que suscita ciertamente en su corazón muchas preguntas, confía totalmente en Dios que se acerca a él y, siguiendo su invitación, no repudia a su prometida novia, pero la coge consigo y casa María. Acogiendo María, José acoge conscientemente y con amor, Aquel que en ella ha sido concebido por obra maravillosa de Dios, a cuyo nada es imposible. José, hombre humilde y justo, nos enseña a confiar siempre en Dios y dejarse guiar por Él con la obediencia voluntaria.

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