El amor de San Juan Pablo II a la Virgen de Chiquinquirá.

 

Juan Pablo II visitó Chiquinquirá el 3 de julio de 1986, con ocasión del cuarto centenario de la Renovación. En aquella ocasión, dirigiéndose a María, así se declaró:

«Hay muchos lugares en la tierra desde los cuales los hijos del pueblo de Dios, nacidos de la nueva alianza, te repiten sin cesar las palabras de esta bienaventuranza: “Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre; ¿a qué debo que la Madre de mi Dios venga a mi?” (Lc 1,42 a 43). Y uno de estos lugares que tú has querido visitar, como la casa de Elizabeth, es éste: el santuario mariano del pueblo de Dios en la tierra colombiana. Aquí, en Chiquinquirá, que has querido, o Madre, establecer para siempre tu morada. Durante cuatro siglos tu presencia, vigilante y eficaz, han tenido ininterrumpidamente compañía a los mensajeros del Evangelio en esta tierra para hacer manar en ellas, con la luz y la gracia de su Hijo, la inmensa riqueza de la vida cristiana. Bien podemos repetir hoy, recordando las palabras de mi venerado predecesor Pío XII, que “Colombia es el jardín Marian, entre cuyos santuarios domina, como el sol entre las estrellas, Nuestra Señora de Chiquinquirá”. Queridos hermanos y hermanas, mientras se cumple el cuarto centenario de la Renovación de esta venerada imagen, me asocio alegremente a usted en esta peregrinación de fe y amor. He llegado en este lugar para postrarme a los pies de la Virgen, deseoso de confortar-vos en la fe, es decir en la verdad de Jesucristo, del que hace parte la verdad de María y la verdadera devoción a ella. También deseo orar con usted para la paz y la prosperidad de esta querida Nación, delante de quien es proclamada Reina de la Paz y con afecto filial invocada como Reina de Colombia. »

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