Sal 34 (2. 9. 17-20)
R/. Escucha, Señor, el grito del afligido.
Bendeciré al Señor en todo tiempo,
 su alabanza estará siempre en mis labios.
 ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
 ¡Felices los que en él se refugian! R/.
El Señor rechaza a los que hacen el mal
 para borrar su recuerdo de la tierra.
 Cuando ellos claman, el Señor los escucha
 y los libra de todas sus angustias. R/.
El Señor está cerca del que sufre
 y salva a los que están abatidos.
 El justo padece muchos males,
 pero el Señor lo libra de ellos. R/.
 


