R/. Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida
Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida.» R/.
El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó. R/.
Arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
No es solo un dato de crónica: el terremoto que ha devastado Afganistán en los… Read More
Con el Evangelio del día del 4 de septiembre contemplamos la escena de la pesca… Read More
Con el Evangelio del día del 3 de septiembre contemplamos a Jesús que entra en… Read More
La vida de San Agustín es uno de los testimonios más fuertes de la búsqueda… Read More
Con el Evangelio del día del 2 de septiembre nos encontramos en Cafarnaúm, en la… Read More
Con el Evangelio del día del 1 de septiembre nos encontramos en Nazaret, entre los… Read More