Sal 50,3-4.18-19.20-21ab
R/. Quiero misericordia, y no sacrificios
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
 por tu inmensa compasión borra mi culpa;
 lava del todo mi delito,
 limpia mi pecado. R/.
Los sacrificios no te satisfacen:
 si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
 El sacrificio agradable a Dios
 es un espíritu quebrantado;
 un corazón quebrantado y humillado,
 tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
 reconstruye las murallas de Jerusalén:
 entonces aceptarás los sacrificios rituales,
 ofrendas y holocaustos. R/.
 
 


