Sal 92,1ab.1c-2.5
R/. El Señor reina, vestido de majestad
El Señor reina, vestido de majestad;
 el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.
Así está firme el orbe y no vacila.
 Tu trono está firme desde siempre,
 y tú eres eterno. R/.
Tus mandatos son fieles y seguros;
 la santidad es el adorno de tu casa,
 Señor, por días sin término. R/.
 
 


