Salmo 22,1-3a.3b-4.5.6
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta
El Señor es mi pastor, nada me falta:
 en verdes praderas me hace recostar;
 me conduce hacia fuentes tranquilas
 y repara mis fuerzas. R/.
Me guía por el sendero justo,
 por el honor de su nombre.
 Aunque camine por cañadas oscuras,
 nada temo, porque tú vas conmigo:
 tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
Preparas una mesa ante mí,
 enfrente de mis enemigos;
 me unges la cabeza con perfume,
 y mi copa rebosa. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
 todos los días de mi vida,
 y habitaré en la casa del Señor
 por años sin término. R/.
 
 



