Las curaciones atribuidas a la intercesión de la Reina de la Paz de Medjugorje son muchas y nunca se deja de investigarlas, para contar siempre a los fieles la verdad de los hechos.
La siguiente historia demuestra cómo las oraciones y los ayunos pueden producir mucho cuando se desea la intercesión de María.
En marzo de 1982, Mirko Brkic se arriesgó a perder una pierna. Después de una fractura grave, fue operado en el hospital de Banjaluka y luego en Belgrago y fue necesario poner un clavo en su rodilla.
Aunque la operación había ido bien, se formó una plaga que simplemente no podía curar. Las operaciones quirúrgicas que siguieron no mejoraron la situación y Mirko Brkic presentó una rodilla con una herida que incluso mostró el hueso.
Medjugorje: las oraciones y los ayunos marcan la diferencia
Los médicos le hablaron de la necesidad de amputarle la pierna para evitar otras posibles complicaciones, que podrían haber sido letales para Mirko Brkic.
En ese momento desesperado, la familia decidió apoyarlo con oración y más. Todos aquellos que estaban cerca de Mirko Brkic y que lo apreciaban comenzaron a intensificar oración y ayuno, ofreciendo este sacrificio a la Reina de la Paz de Medjugorje, para que ella pudiera presentar sus ruegos a Dios.
La fecha ya se había fijado cuando Mirko Brkic debería haberse amputado su pierna. En cambio, en la víspera de ese día, la plaga que tanto preocupaba a los médicos comenzó a curarse, mientras que la tela a su alrededor se cerraba inexplicablemente. Los médicos no pudieron explicar lo que estaba pasando ante sus ojos, pero dejaron de operar a Mirko Brkic. La curación milagrosa también se hizo permanente y no hubo necesidad de más intervenciones clínicas. La rodilla de Mirko Brkic estaba completamente curada.
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