Oh Dios,
  que te dignaste elegir
  por pontífice máximo
  al bienaventuradoPío V
  para destruir a los enemigos de tu Iglesia,
  y para reparar el culto divino,
  defiéndenos con tu protección
  para que libres de las asechanzas
  de nuestros enemigos
  gocemos en tu servicio
  de una paz perpetua y estable.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
 


