Bendito san Jerónimo Emiliani
 que pasaste por la tierra haciendo el bien;
 caritativo padre de los más necesitados,
 noble y entregado servidor de los pobres,
 que con dedicación consagraste tu vida a los demás,
 y pusiste todas tus fuerzas y energías
 en consolar y ayudar a los que sufrían carencias;
 que con amor socorriste a los humildes,
 a los niños desamparados,
 a las viudas y a los enfermos,
 para tratar de conseguir tu propia santificación
 y la salvación de las almas y cuerpos de los afligidos,
 y por ello Dios premió tu oración, tu sacrificio,
 tu compasión, tu desprendimiento y generosidad
 permitiéndote obrar frecuentes prodigios y milagros.
¡Oh prodigiosísimo San Jerónimo!,
 conociendo cuan agradable eres ante Dios,
 y por los múltiples favores y milagros
 que por medio tuyo
 se ha dignado otorgar a tus devotos,
 acudo a ti para solicitar tu ayuda,
 no desprecies mis humildes súplicas
 y llévalas ante el trono del Altísimo,
 pues, aunque me encuentro triste y afligido
 y las dificultades me agobian
 confío plenamente en el Amor,
 la Bondad y Misericordia de nuestro Padre celestial.
¡Oh santo de los pobres y afligidos!
 glorioso san Jerónimo,
 ahora que gozas de la dicha eterna
 dame tu auxilio, amparo y protección,
 alivia mis angustias y necesidades
 sobre todo mis estrecheces económicas
 que ahora tanto me preocupan y abaten:
(hacer la petición),
te pido que por tu santa y poderosa intercesión,
 y con la gracia de Dios Misericordioso,
 sea escuchada mi oración
 y mi petición sea despachada favorablemente.
¡Oh, san Jerónimo, santo de los milagros!,
 alivia la congoja de mi corazón,
 y haz que yo viva aquí
 como verdadero amante de nuestro Señor,
 para poder gozar de Él, junto a ti, en el Cielo.
Amén.
 


