El increíble episodio tuvo lugar en un santuario italiano dedicado al Santísimo Crucifijo de la Piedad ante el asombro de los fieles.
Un milagro que tuvo lugar en siglo XVII y que tiene como protagonista a la estatua de Cristo con su manto rojo. A partir de ese día, y del gesto realizado por la misma estatua, se produjeron curaciones. Descubramos juntos de qué se trata.
El Cristo mirando desde detrás de la cortina
En 1621, mientras algunos fieles estaban reunidos en oración frente a la sagrada imagen de Cristo, escondida en un nicho con una pequeña tienda delante, comenzaron a notar algo extraño pero, al mismo tiempo, extraordinario. Cristo movió la cortina con la mano izquierda, miró a los fieles y luego volvió a cerrar la cortina.
Al principio, muchos pensaron que era una sugestión. Pero la curiosidad fue tan grande que algunos de estos fieles se levantaron y se acercaron a la pequeña tienda. Lo movieron y vieron algo que los hizo temblar. La estatua de Jesús ya no tenía las manos al frente, como desde el principio, pero ahora estaban detrás. Muchos gritaron al milagro.
El milagro de los brazos movidos hacia atrás
Había quienes pensaron que no era verdad, pero la confirmación del “movimiento de los brazos hacia atrás” también la dio un pintor que, unos días antes, había ido a Galatone a retratar esa imagen de Cristo. Y había confirmado que los brazos estaban delante, y no hacia atrás, como aparecían después del acontecimiento prodigioso
La noticia se difundió de inmediato, incluso en las áreas vecinas de Galatone. Y desde entonces, son muchos los testimonios de curaciones, gracias y milagros atribuidos a la imagen de Cristo.
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