¡Oh gloriosa virgen Catalina de Siena,
mujer virtuosa grandemente bendecida por Dios!
Instrumento del Altísimo para obrar maravillas,
llama luminosa y siempre encendida de la Iglesia,
criatura dotada de incomparables dones,
que supiste reunir las dulces y modestas virtudes
de las vírgenes sensatas y prudentes
con el coraje y valor de los paladines.
Mostrad hasta donde llega vuestro poder cerca de Dios,
obteniéndonos a todos el celo y la constancia
para adelantar en las virtudes evangélicas,
especialmente en la humildad, la caridad,
la prudencia, la paciencia, la bondad
y la diligencia en la práctica
de los deberes de nuestro estado.
Bendita y amada del Señor, virtuosa santa Catalina:
por aquella felicidad que recibisteis
de poder uniros a Dios santamente
y que obtuvisteis de Él la gracia
de poder favorecer gratamente y con celeridad
mediante vuestros continuos milagros
a tantos angustiados por problemas que os lo solicitaron,
escuchad estas mis humildes suplicas
y alcanzadme de su Divina Bondad
la ayuda que tan urgentemente preciso
en mi vida sentimental, en mi familia, en mi hogar:
(pide ahora lo que por mediación de santa Catalina
deseas obtener de la misericordia Divina).
Recoged en vuestras poderosas y milagrosas manos
mi angustiada y desesperada demanda
y presentadla con afecto ante nuestro Señor
para que sea prontamente y favorablemente atendida.
También os ruego con fervor e ilusión
me otorguéis vuestro amparo y protección,
no dejéis de ser mi buena santa auxiliadora
siempre que me encuentre pasando por dificultades,
dadme alivio en mis muchas y angustiosas necesidades
y remedio en los problemas que tanto me afectan;
haced santa generosa que no me falte un buen amor,
que goce de trabajo estable y dinero para tener bienestar,
que mi salud sea perfecta y no padezca enfermedades,
haced que mi vida sea buena y dichosa,
sin malas personas que me lastimen
y libre de peligros, accidentes y enemigos.
Os pido también por mis hermanos más necesitados,
por los enfermos, por los que están en soledad,
por los que sufren, por los oprimidos, por los marginados,
por los que hoy más necesiten de vuestra protección.
Haced que nos amemos todos como buenos cristianos,
con un corazón limpio como el vuestro,
que entre nosotros haya mucho amor y no odios;
que el ejemplo de vuestra santa vida
nos ayude a vivir el mensaje de la Palabra.
Santa Catalina que estáis en la presencia del Señor,
no ceséis de interceder por El, con El, y en El,
a favor nuestro para que seamos auxiliados
cuando algo nos afecte y haga sufrir.
Y por último solicito vuestra mediación
para que imitando vuestras virtudes
mi fe y esperanza no disminuyan pese a los infortunios
y que mi caridad hacia los demás aumente cada día,
y, sobre todo, que pueda crecer en el conocimiento,
en el amor del único Dios verdadero
y logre también la ventura de los escogidos.
Amén.
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