La súplica más poderosa y antigua al Ángel de la Guarda
Esta súplica probablemente fue compuesta por San Macario de Egipto. Este santo nació hacia el año 300 y al principio siguió la vocación del matrimonio.
Sin embargo, su esposa murió poco después de casarse, y a la muerte de ella siguió la de sus padres. Sintiendo la llamada de Cristo a renunciar a todo en esta tierra, Macario distribuyó sus posesiones entre los pobres y abrazó la vida ascética.
Dedicó su vida a la oración y fue ordenado sacerdote. Tras ser acusado injustamente de ser el padre de un hijo ilegítimo, Macario huyó al desierto de Egipto.
Murió en el año 391 tras pasar décadas en el desierto, llevando una vida devota de oración, ayuno y ascetismo.
Oración Ángel de la Guarda
Santo ángel que cuida mi pobre alma y mi infeliz vida, no me abandones pecador y no te alejes de mí por mi impureza. No le des al espíritu maligno el poder de dominarme a través de la tiranía de este cuerpo mortal. Domina mi mano pobre y debilitada y guíame por el camino de la salvación.
Sí, oh santo ángel de Dios que guarda mi pobre alma y mi cuerpo, perdona todo lo que pueda ofenderte en todos los días de mi vida, e incluso si hoy he cometido algún pecado. Protégeme en la noche que se aproxima y protégeme de toda amenaza y amenaza del enemigo para que no incurra en la ira de Dios con algún pecado.
Sé mi abogado ante el Señor para fortalecerme en su santo temor y hacerme un servidor digno de su santidad. Amén.
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