El nuevo Papa ha sorprendido a todos al elegir un nombre olvidado durante más de un siglo de historia: León XIV. Detrás de esta elección aparentemente inusual, se esconde un mensaje muy profundo y preciso, dirigido a los últimos y al mundo del trabajo.

Un salto en la historia para entender por qué el nuevo Pontífice, Robert Prevost, ha decidido relanzar la Iglesia, tras el Pontificado de Francisco, a partir del nombre León. La elección del nuevo Papa no es en absoluto casual, sino que encierra un mensaje muy fuerte y actual. Muchos, al oír desde la Logia de las Bendiciones al Cardenal anunciar al nuevo Papa como León XIV, se preguntaron por qué ese nombre. El interés en torno a la nueva figura que hoy lidera la Iglesia se vuelve cada vez más relevante y, para comprender mejor la elección de Prevost, debemos sumergirnos en la historia. El nombre de León, ahora en su XIV versión, no se oía en la Iglesia desde hacía más de un siglo, y hoy, en 2025, el nuevo Pontífice lo ha elegido para guiar al pueblo cristiano. Sin embargo, quienes tienen buena memoria histórica captaron de inmediato una señal. El nuevo Pontífice ha decidido llamarse como su predecesor de gran espíritu y corazón social. Al mismo tiempo, ese predecesor se preocupaba profundamente por los problemas del trabajo y la pobreza.
León XIV y la historia del nombre
Como enseñan los libros de historia moderna y de historia del cristianismo, el último Pontífice en llevar este nombre fue León XIII, elegido en 1878. Este importantísimo Papa escribió, en los primeros años de su Pontificado, una encíclica destinada a quedar en la memoria de los cristianos: la Rerum Novarum. Esta carta papal es considerada una auténtica “piedra angular” de la doctrina social de la Iglesia. De hecho, el predecesor del Papa Robert Prevost fue un Pontífice muy atento a los temas sociales, laborales y a las personas en dificultad. De ahí se puede deducir que la elección del nuevo Papa no es en absoluto casual.
La elección del nombre
La elección del nombre papal nunca es algo simple o una mera formalidad. Detrás de esta decisión siempre hay un programa que el Pontífice pretende seguir. León XIV, en este sentido, ha seguido la historia, casi como si quisiera dejar claras las prioridades de su pontificado. Junto a los numerosos discursos de paz, ya pronunciados en los primeros días de su pontificado, el Papa León XIV puede haber elegido este nombre para dar prioridad a la atención hacia los más débiles, hacia la justicia social y económica, y hacia el diálogo con el mundo del trabajo. ¿Quiénes fueron los otros “Leones” que dejaron huella en la historia?
Una mirada al pasado
Resulta entonces interesante indagar en la historia para recordar qué otros Pontífices marcaron una época llevando este nombre. Entre todos, el más célebre sigue siendo el Papa del siglo V, San León Magno. Este es recordado en particular por haber detenido a Atila a las puertas de Roma, pero no solo por eso. Su grandeza también fue doctrinal, defendiendo la unidad de la Iglesia. También recordamos a León III, el Papa que coronó a Carlomagno (ya rey de los francos) como emperador la noche de Navidad del año 800, dando así origen al Sacro Imperio Romano. Como se mencionó, León XIII fue uno de esos pontífices que quedaron en los libros de historia, gracias a su visión doctrinal y social.
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