¿La paz? El Papa León XIV nos explica de dónde puede comenzar.

En uno de sus recientes mensajes, el recién elegido Papa León XIV nos dejó un pensamiento tan simple como desconcertante: la paz no nace en los grandes palacios, sino que el desarme puede surgir también de las relaciones humanas. Veamos cómo.

Leone XIV
Papa Leone XIV benedice (photo Ansa)

¿Y si realmente bastara una mirada, simple y profunda, para cambiar el mundo? En esta pregunta se concentra uno de los pensamientos más interesantes y reflexivos del recién elegido Pontífice, León XIV, antes conocido como Robert Francis Prevost. En medio del torbellino de noticias constantes sobre conflictos internacionales, guerras que se encienden y reavivan, tratados que se desmoronan, llega el mensaje de uno de los hombres más influyentes del planeta, quien hace apenas unos días fue llamado a continuar la labor (espiritual y no solo) de Papa Francisco.
El tema del mensaje del nuevo Pontífice es claro, transparente y repetido en varias ocasiones: la paz es posible, es necesaria y no nace necesariamente en los palacios, sino que puede surgir de nosotros, de las relaciones, pequeñas o no tanto, que nos tocan de cerca.
La paz comienza en cada uno de nosotros; la paz, nos enseña el nuevo Pontífice, depende de cómo miramos a los demás y de cómo los escuchamos.

El Papa León XIV y el mensaje de paz

Ya sea un simple mensaje de exhortación, una provocación para quienes no quieren oír hablar de paz, o el primer acto de su pontificado, el pensamiento de Prevost sobre la paz es claro y conciso: la paz es necesaria. Su lenguaje, en este sentido, es sobrio y desarmante. León XIV no habla en absoluto de estrategias políticas. El Pontífice traslada la atención a un lugar inesperado: el centro del pensamiento de Prevost se sitúa en un terreno aparentemente modesto, pero claramente profundo: la persona.
El tema se vuelve aún más interesante cuando el Papa afirma que la paz puede y debe comenzar en nosotros, antes incluso de llegar a los acuerdos en los palacios. Cuando el Papa León XIV dice: “La paz comienza en cada uno de nosotros: en cómo miramos a los demás, cómo los escuchamos, cómo hablamos de ellos”, eso es exactamente lo que quiere decir.

La mirada, la escucha, la voz: la paz

Tres acciones que parecen inocuas. Pero tras el discurso del nuevo Pontífice, el paradigma cambia. En nuestros tiempos, estas tres acciones se vuelven fundamentales. Mirar, escuchar, hablar (y hacerlo de verdad) puede representar el primer paso esencial hacia una paz duradera. Si nos detenemos en las tres acciones citadas por el Papa, comprendemos que “mirar” sin juzgar puede parecer simple y banal, pero no lo es. A su vez, escuchar al otro es otro gesto que, en una época en la que se habla para “vencer”, se convierte en un acto de desarme. Hablar con palabras de paz también es un gesto esencial, porque no se habla para herir o excluir, se habla para construir, para acoger.

El Papa del desarme

Ya son muchos los que llaman al nuevo Pontífice el “Papa del desarme”. Y esto puede entenderse claramente si reflexionamos sobre los discursos que Prevost ya ha pronunciado en sus primeros días de pontificado. Otro mensaje importante que recientemente ha dejado León XIV tiene que ver precisamente con el desarme: ha afirmado que el desarme de las palabras puede, a su vez, desarmar al mundo.

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