Un camino entre espiritualidad, religión, naturaleza e historia que conecta Roma con las costas de Abruzzo. El Santo Camino recorre las etapas más importantes de uno de los santos más influyentes de toda la cristiandad. Habiendo vivido junto a Jesús, este gran personaje se convirtió también en una figura fundamental para otra santa de la historia.

En el corazón de Italia existe un hermoso camino que recorre la vida de un santo, uno de los más importantes e influyentes de toda la cristiandad occidental.
Estamos hablando de San Tomás Apóstol, una de las figuras más destacadas y cercanas a Cristo. El hermoso sendero parte desde Roma y atraviesa el corazón de los Abruzos, hasta llegar a las costas del Adriático. El Santo Camino concluye justo al llegar a la majestuosa Basílica de San Pedro de Ortona. Nos referimos al llamado “Camino de San Tomás”, un recorrido de más de 300 km que une, de forma única, historia y espiritualidad. A lo largo de este bello camino, el peregrino puede seguir las huellas del Apóstol, hasta llegar al lugar que custodia sus reliquias desde pleno Medioevo.
El Santo Camino de Tomás
El camino dedicado a San Tomás Apóstol puede considerarse un camino moderno. No es simplemente una excursión o una caminata: es un peregrinaje que invita no solo al fiel, sino a cualquier viajero, a un camino de espiritualidad, de búsqueda interior y de confrontación consigo mismo. Lo que lo hace aún más sugestivo es la historia que se esconde detrás de este recorrido. El aspecto más fascinante es, sin duda, el histórico. Según se cuenta, otra gran santa de la historia medieval recorrió el mismo camino. ¿De quién se trata?
La Santa vinculada al Santo Camino
Según la tradición, entre 1365 y 1368, Santa Brígida de Suecia recorrió este mismo camino. La santa llegó a Ortona después de haber recibido una revelación relacionada con las reliquias del Santo Apóstol. Según la tradición local, Brígida visitó en varias ocasiones la tumba de Tomás y, de hecho, existe un lugar de culto dedicado a ella en Arielli, en la provincia de Chieti.
San Tomás y Santiago
Muchos historiadores y estudiosos han comparado el Camino de San Tomás con el famoso Camino de Santiago. Y no es casualidad. Al igual que el Camino de Santiago de Compostela, el Camino de San Tomás aspira a convertirse en un verdadero “puente” entre territorios y culturas, conectando estrechamente el Lacio con los Abruzos, en un vínculo de acogida y memoria. Como se ha mencionado, son muchas las particularidades de este recorrido. Más allá de su importante dimensión religiosa, el encanto de la caminata reside también en la valorización de las excelencias locales. El peregrino puede descubrir los múltiples aspectos de esta maravillosa tierra: desde su gastronomía, su artesanía, hasta sus tradiciones populares.
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