Evangelio del día, 21 de julio: la búsqueda de la luz

El Evangelio del día 21 de julio nos remite a una pregunta que habita en el corazón de todo ser humano: “¿Dónde está Dios?”. La Palabra de hoy es un verdadero signo para quien busca luz en medio de la oscuridad.

Evangelio del día 21 de julio
Evangelio del día 21 de julio – LaluzdeMaria

La pregunta sobre la presencia de Dios nos remite a la lectura del Evangelio del día 21 de julio. En este texto tan importante y profundo, también los fariseos y los escribas se dirigen a Jesús con esta necesidad: «Maestro, queremos ver un signo de tu parte». Es una petición que puede parecer sincera, pero Jesús revela su ambigüedad: no nace de la fe, sino del desafío, de la necesidad de “verificar” en lugar de creer. Es la tentación de quien quiere doblegar a Dios a sus propias expectativas, de quien busca milagros pero no se deja convertir.

Evangelio del día, 21 de julio: la señal de Jonás

Del Evangelio según San Mateo
Mt 12,38-42

En aquel tiempo, algunos escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver de ti una señal».
Él les respondió: «¡Esta generación malvada y adúltera exige una señal! Pero no se le dará ninguna señal, sino la señal del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así estará el Hijo del hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra.
En el día del juicio, los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás. Y aquí hay uno que es más que Jonás.
En el día del juicio, la reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón. Y aquí hay uno que es más que Salomón».

Jesús ofrece una respuesta profunda y directa, como muchas veces nos tiene acostumbrados. El Cristo habla de una generación malvada y adúltera. Pero luego menciona a Jonás, un profeta reacio. Él fue enviado a Nínive para predicar la conversión. Representa la señal de Dios que se manifiesta en la debilidad humana, en la predicación sencilla, en el poder de la Palabra.

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Jonás y Salomón

En el texto del Evangelio de hoy se evocan dos figuras: Jonás y Salomón. Se trata de dos ejemplos de personas lejanas, extranjeras, y sin embargo capaces de reconocer la verdad y abrirse a ella. Jesús afirma que hay alguien más grande que Jonás y alguien más grande que Salomón. Entonces, ¿qué estamos buscando? El signo aún más grande. Y ese signo, entonces, es la Pascua: no un prodigio espectacular, sino el acontecimiento humilde y desconcertante de la Cruz y la Resurrección.

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