Evangelio del día, 27 de septiembre: el misterio de la cruz

No siempre las palabras de Jesús son fáciles de acoger. A veces desconciertan, porque van contra el entusiasmo de la multitud y contra nuestras expectativas. En el Evangelio del día del 27 de septiembre, el Maestro habla de entrega y de sufrimiento precisamente cuando todos admiran sus prodigios.

Evangelio del día, 27 de septiembre
Evangelio del día, 27 de septiembre – LaluzdeMaria

El Evangelio del día del 27 de septiembre nos muestra un momento crucial. La multitud está maravillada por las obras de Jesús: curaciones, signos, palabras que reavivan la esperanza. Precisamente en este clima de entusiasmo, el Maestro revela un destino opuesto: «El Hijo del hombre va a ser entregado». Es un contraste fuerte. La espera del éxito se enfrenta con la realidad de la cruz.

Evangelio del día, 27 de septiembre: el misterio no comprendido

Del Evangelio según San Lucas
9,43b-45

En aquel día, mientras todos estaban admirados de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Grabad bien en vuestra mente estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían estas palabras: les resultaban tan misteriosas que no captaban su sentido, y tenían miedo de preguntarle sobre este asunto.

Los discípulos no entienden. Para ellos las palabras quedan oscuras, y el temor les impide pedir explicaciones. Su reacción es muy humana: frente a lo que no queremos escuchar, preferimos el silencio. También hoy, cuando el Evangelio nos habla de sacrificio, de sufrimiento, de renuncia, la tentación es la misma: apartar la mirada. Y sin embargo, precisamente allí se esconde el corazón de la fe.

La lógica diferente de Dios

Jesús revela que su misión no se mide con los criterios del mundo. No es el triunfo humano lo que salva, sino el amor que se entrega hasta el final. La entrega en manos de los hombres no es una derrota, sino el inicio de la redención. Dios invierte las lógicas: lo que parece fracaso se convierte en victoria, lo que parece debilidad se convierte en poder que salva.

Una invitación para nosotros

El Evangelio del día nos interpela: ¿aceptamos una fe sin cruz, hecha solo de consolaciones? ¿O dejamos que el misterio de la cruz modele nuestra vida? No se trata de buscar sufrimientos, sino de aprender a transformar las pruebas en ocasiones de amor, como lo hizo Jesús. Solo así se entra de verdad en el corazón del Evangelio.

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