Recemos juntos en este cuarto día de la Novena, donde San Carlo Acutis nos invita a mirar dentro de nosotros con sinceridad y valentía.

Con la sencillez de un muchacho y la profundidad de un santo, compara el alma con un globo aerostático: para volar hacia Dios necesita ser libre, ligera y alimentada por el fuego del amor divino. Pero cuando el pecado entra en el corazón, esa llama se apaga y el alma cae a tierra. Carlo sabía que la confesión no era una carga, sino un don: una manera de volver a la luz, de recuperar altura, de respirar aire de cielo. Su ejemplo nos recuerda que la gracia no es algo lejano, sino una realidad viva que se renueva cada vez que nos dejamos abrazar por el perdón de Dios.
Novena a San Carlo Acutis, cuarto día: la confesión, fuego que eleva el alma
El secreto de la alegría de Carlo era la pureza del corazón. Se confesaba con frecuencia, con humildad y confianza, sabiendo que el pecado nunca es la última palabra. Su vida nos enseña que la confesión no es un rito que se cumple por costumbre, sino un encuentro de amor con el Padre que nos levanta y nos pone de nuevo en camino.
Oración inicial
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os agradezco por todos los favores y gracias con que habéis enriquecido el alma de San Carlo Acutis durante sus quince años transcurridos en esta tierra y, por los méritos de este amado Ángel de la Juventud, concededme la gracia que ardientemente os pido…
(se pide la gracia que se quiere obtener).
La meditación del cuarto día es muy profunda y llena de significado: “Nuestra alma es como un globo aerostático… Si por casualidad hay un pecado mortal, el alma cae a tierra y la confesión es como el fuego… Hay que confesarse con frecuencia.”
En la imagen del globo aerostático, Carlo nos ofrece una lección de fe simple pero poderosísima. El pecado pesa, la confesión libera. El pecado apaga la llama, la confesión la enciende. Solo quien se deja purificar puede volver a volar hacia Dios.
Hoy, mirando a él, pedimos la gracia de redescubrir la belleza del sacramento de la Reconciliación: no como una obligación, sino como un encuentro de amor que nos devuelve la paz, la ligereza y la libertad.
Oración
San Carlo Acutis, tú que viviste en la alegría del perdón y en el amor por la confesión, ayúdame a no tener miedo de reconocer mis fragilidades y a dejarme levantar por la misericordia de Dios. Así sea.
Recemos juntos
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5 “Padre Nuestro”
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5 “Ave María”
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5 “Gloria al Padre”
Oración conclusiva
Concluimos este cuarto día confiándonos al Padre de las Misericordias. Como Carlo, queremos mantener encendida la llama de la fe y de la pureza, dejando que el perdón de Dios nos eleve hacia el Cielo.
Oración
Dios Padre de Misericordia, que has elevado a la gloria de los altares a San Carlo Acutis, para que por él Tú seas más glorificado, y nos has dado el honor de invocarlo Santo, porque vivió Tu voluntad en todas las cosas, por sus méritos, concédeme la gracia que ardientemente deseo. Amén.
Fuente: Preghiere per la famiglia
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