Nuestra Señora en su mensaje del 2 de agosto de 2011 nos invita a volver a la oración, el único instrumento que puede llevarnos a la unidad con Dios y entre nosotros.
Este tiempo, que se prolonga desde el 24 de junio de 1981, se caracteriza por un acontecimiento único en la historia de la humanidad, la presencia de Nuestra Señora entre nosotros, en Medjugorje.
Mensaje de Medjugorje del 2 de agosto de 2011 a la vidente Mirjana
“Queridos hijos: hoy os invito a renacer en la oración y a que con mi Hijo, por medio del Espíritu Santo, seáis un pueblo nuevo. Un pueblo que sabe que si pierde a Dios se pierde a sí mismo. Un pueblo que sabe que, no obstante todos los sufrimientos y pruebas, está seguro y a salvo con Dios. Os invito a que os reunáis en la familia de Dios y a que os reforcéis con el poder del Padre. Individualmente, hijos míos, no podéis detener el mal que quiere reinar en el mundo y destruirlo. Sin embargo, por medio de la voluntad de Dios, todos juntos con Mi Hijo, podéis cambiarlo todo y sanar el mundo. Os invito a orar con todo el corazón por vuestros pastores, porque Mi Hijo los ha elegido. ¡Os estoy agradecida!”
Reflexión
La oración es el medio que tenemos a nuestra disposición para permitir que el Espíritu Santo obre y renueve nuestro corazón para redescubrir la conciencia de pertenencia a una gran familia: la familia de Dios. Hoy todos estamos cada vez más aislados y divididos, pero solos no podemos oponernos a la obra de Satanás. El individualismo que reina en la sociedad actual nos expone a mayores riesgos y nos hace más vulnerables. Por eso la comunidad es importante.
La Virgen nos ama y nos advierte de la ilusión de poder hacerlo con nuestras propias fuerzas, porque la unidad entre nosotros es fundamental, es nuestra fuerza.
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