Estas palabras fueron pronunciadas por un leproso que conoció a Jesús hace más de 2000 años. Este hombre estaba enfermo. Jesús responde a su petición:
“Movido a compasión, Jesús extendió la mano y lo tocó. —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció y el hombre quedó sano.” (Mc 1,41-42)
La respuesta de Jesús es inmediata, poderosa, inequívoca. «¡Lo quiero, sana!». Han pasado 2000 años desde aquel día, pero Jesús siempre está con nosotros, está dispuesto a curarnos de nuestras enfermedades, solo tenemos que preguntar, y se lo pidamos con sinceridad, con fe y con un corazón puro.
Dios quiere que estemos sanos en espíritu, cuerpo y alma
Algunos están convencidos de que Dios los quiere enfermos y deprimidos confundiendo como voluntad de Dios lo que Él usa para su gloria. La enfermedad no forma parte de su voluntad, al contrario, es fácil ver que Jesús nunca animó a las personas a enfermarse, a seguir deprimidas o a soportar sufrimientos físicos o interiores.
Dios quiere que estemos sanos en espíritu, cuerpo y alma; por lo tanto podemos decir que pedir sanidad no es ir en contra de su voluntad.
Oración a Jesús para pedir sanación
Jesús, Hijo de Dios,
a Ti que fuiste enviado por el Padre
para asumir nuestra debilidad,
te pedimos que nos acompañes
en este momento de crisis.
Salvador Misericordioso,
ayuda y consuela a los enfermos,
para que al recobrar la salud
puedan alabarte.
Médico Divino,
acompaña a nuestros proveedores de cuidado
para que al servir con paciencia
puedan sanar debidamente.
Fuente de Eterna Sabiduría,
guía a nuestros líderes
para que al buscar remedio
puedan seguir tu luz.
Cristo, el Ungido,
protégenos en cuerpo y espíritu,
para que al salir ilesos del daño
seamos librados de toda aflicción.
Tú que vives y reinas con Dios Padre,
en unidad del Espíritu Santo,
un solo Dios verdadero,
por los siglos de los siglos.
Amén.
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