La Iglesia católica anuncia la canonización de Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, proclamados Santos por el Papa León XIV en la Plaza de San Pedro. Un acto solemne marcado por la tradicional fórmula en latín y por el gesto litúrgico de las reliquias llevadas al altar.

Al inicio de la Santa Misa celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV pronunció la fórmula oficial de canonización que inscribe a Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis en el Álbum de los Santos, estableciendo que sean devotamente honrados en toda la Iglesia. Como reporta Ansa, las reliquias de los dos nuevos santos fueron llevadas al altar, marcando litúrgicamente su veneración en la celebración.
Frassati y Acutis: la fórmula solemne de canonización
La fórmula, recitada en latín según el uso de la Iglesia, afirma la plena pertenencia de los dos beatos a la fila de los santos. Con esta fórmula, la autoridad del Sucesor de Pedro proclama solemnemente la santidad de vida. Invita también a la Iglesia universal a proponer su culto e imitación. El lenguaje litúrgico, sobrio y preciso, subraya el honor debido a los santos. Destaca además la dimensión eclesial del acto, que va más allá de cualquier ámbito local o devocional.
Las reliquias llevadas al altar
El traslado de las reliquias al altar, inmediatamente después de la proclamación, es un signo que pertenece a la tradición de la Iglesia: evoca la comunión de los santos y el vínculo entre el testimonio de los Santos y la Eucaristía, corazón de la vida cristiana. Según lo informado, este gesto hace visible la memoria litúrgica de los nuevos santos y arraiga su ejemplo en el contexto de la oración de la comunidad, sin añadir nada más que la sobria elocuencia del rito.
El significado eclesial del acto
Con la inscripción en el Álbum de los Santos, Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son propuestos a la veneración de toda la comunidad eclesial. El acto de canonización tiene un valor universal. No solo reconoce el bien realizado, sino que propone dos figuras para invocar e imitar.
De este modo, la canonización se convierte en un punto de referencia para la vida pastoral, la catequesis y la piedad popular. En los santos, los fieles encuentran luces seguras para su camino de fe.
Dos testigos para nuestro tiempo
La Iglesia presenta en Frassati y Acutis dos ejemplos de santidad juvenil actuales. En ellos se ve una fe vivida con sencillez y decisión, el amor a Dios y a los hermanos, y la entrega total de la propia vida.La proclamación solemne recuerda que la llamada a la santidad es para todo bautizado, en cualquier estado de vida. Ser santo es la forma más auténtica de realizar plenamente la vida cristiana.La canonización, con la fórmula latina y el gesto de las reliquias en el altar, consagra a Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis a la veneración de toda la Iglesia. Desde hoy, sus nombres resplandecen entre los santos, como referencia para la oración y como invitación a vivir el Evangelio en la cotidianidad.
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